El 15 de marzo 2020 el gobierno declaró el estado de emergencia inicialmente para 15 días que a fecha del 26 de marzo se prorrogó hasta el 11 de abril y es muy probable que vuelva a haber más prórrogas, al menos hasta el 26 de abril.

El domingo 29 de marzo las medidas del estado de alarma se endurecieron aún más, reduciéndose la actividad laboral al teletrabajo y a los servicios esenciales de primera necesidad y aquellos encargados de abastecer al sistema sanitario.

Hace pocas semanas nadie podía prever la difícil situación por la que atraviesa ahora España, Europa y el resto del mundo.

Como empresarios, esta situación debería enseñarnos a prepararnos para afrontar situaciones similares en el futuro.

¿Cómo podemos anticiparnos a una situación similar en el futuro?

Hay cosas que se podrían haber hecho (y que seguro que muchos empresarios hicieron), cuando ya se veía venir la declaración de Pandemia por Coronavirus.

Proteger a los empleados

La primera obligación como empresario es hacer lo posible para proteger a tus empleados.

Debemos proporcionar información sobre el virus a los integrantes de la empresa. Enseñarles lo básico: cómo se contagia, y cómo prevenirlo (la importancia de lavarse las manos, usar mascarilla, mantener la distancia de seguridad, etc.).

Deberíamos crear un protocolo de prevención ante una posible crisis. Enseñarles cuál es el equipamiento de protección, cómo conseguirlo e informarles sobre cuáles son las obligaciones de la empresa con sus empleados.

Limpieza del lugar de trabajo

Para disponer de la máxima seguridad en el puesto de trabajo hay que garantizar una correcta desinfección de la oficina.

Limpieza diaria

Hay que dar indicaciones al responsable de limpieza de la oficina para que realice las tareas de desinfección pertinentes.

Hay que hacer hincapié en baños y cocinas desinfectando profundamente con lejía diluida en agua.

No hay que olvidar repasar con alcohol las zonas que más se tocan en el trabajo: ratón, teclado, teléfonos, reposabrazos, etc.

Lo más recomendable es usar guantes de nitrilo y desecharlos cuando se acaba de limpiar.

Cada empleado debe ser responsable también de la desinfección de sus elementos de trabajo con alcohol para prevenir el contagio.

Ten en cuenta que el virus puede permanecer activo en las superficies durante varios días por lo que todos debemos colaborar con las demás medidas de prevención como el lavado constante de las manos para mantener el espacio de trabajo libre de virus.

Desinfección Profesional

En algunos casos es recomendable contratar a una empresa de desinfección profesional para realizar una desinfección profunda de la oficina. Por ejemplo, si tienes conocimiento de que algún empleado se ha contagiado. Como hemos comentado antes, el Covid-19 puede durar desde horas hasta muchos días activo sobre las superficies.

También puede contratarse simplemente como medida preventiva para cuando termine el estado de alarma y todo el mundo pueda ir volviendo a la oficina.

¿A quién puedo recurrir para solicitar la desinfección de mi empresa?

Debes contactar con una empresa de tu localidad que sea especialista en desinfección. Muchas empresas de fumigación y control de plagas también se están adaptando para hacer frente a la gran demanda de estos días.

Medidas a tomar si tu empresa ha sido directamente o indirectamente afectada por Covid-19

El teletrabajo

Antes de llegar a un cierre total del negocio la primera medida que se debería tomar, siempre que fuera posible, es ofrecer a los empleados la opción de teletrabajar.

Además de ser la opción para muchos empresarios de mantener abierto su negocio, es a su vez la única opción posible de muchos padres que se ven obligados a quedarse en casa al cuidado de sus hijos ante el cierre generalizado de los colegios.

Siempre hay que buscar la mejor forma de salir de la crisis como empresa pero teniendo en cuenta las necesidades y limitaciones de los empleados.

Recomendaciones para el teletrabajo

En el siguiente vídeo puedes encontrar las recomendaciones del Consejo General de Enfermería para trabajar desde casa de la manera más cómoda, segura y productiva posible.

El teletrabajo todavía no es algo muy común en España (solo un 4,2% lo hace de una forma regular) sin embargo, según un estudio realizado por el portal de trabajo international Monster el teletrabajo puede aumentar la productividad y bajar los costes para la empresa, siempre que se elija a las personas adecuadas para este tipo de trabajo.
Se ha demostrado incluso, que el teletrabajo puede ser beneficioso para la salud de los empleados ya que reduce sus niveles de estrés, aumenta su felicidad y su lealtad a la empresa donde trabaja.

La clave para que el teletrabajo funcione es determinar correctamente quienes son las personas correctas para teletrabajar, ya que no todas las personas ni todos los trabajos se pueden realizar correctamente fuera de la oficina.

Teletrabajar puede ser especialmente complicado para empresas que no tienen la infraestructura suficiente para poder ofrecer a los empleados trabajar desde casa (incluso en la pandemia actual del Coronavirus solamente un 22% de los trabajadores que tienen la posibilidad de trabajar desde casa, consiguen hacerlo.

Los trabajos que se pueden hacer más fácilmente desde casa son principalmente los relacionados con el trabajo de oficina pero aun así, muchas veces se requiere tener acceso a los servidores de la empresa y otras medidas de seguridad para poder trabajar de una forma segura. Si una empresa no tiene estas medidas implementadas puede ser un riesgo muy grande implementarlo de una forma rápida y sin la máxima seguridad. Sobre todo si se trata por ejemplo con datos personales, las empresas pueden infringir la ley por ofrecer esta opción de teletrabajo a sus empleados sin las correctas medidas de seguridad.

Las pequeñas y medianas empresas lo tienen más complicado para teletrabajar ya que no suelen disponer de personal de seguridad. Contratar este tipo de personal durante la pandemia puede ser difícil y muy caro (por la alta demanda). Además, la situación de incertidumbre económica por la que atraviesan las PYMES en este momento hace que sea prácticamente imposible la contratación de personal nuevo.

¿Hay alguna alternativa al teletrabajo?

Qué otras opciones tiene el empresario cuando el teletrabajo no es la mejor opción.

El primer paso es dividir las tareas según su sensibilidad para asegurar que los trabajadores que están teletrabajando no están realizando tareas que requieren un alto nivel de seguridad.

Si las medidas de excepción lo permiten, se recomienda turnar a los los empleados para acudir a trabajar a la empresa. Teniendo menos gente en la oficina y mayor distancia entre los empleados disminuye el riesgo de contagio y es una buena opción si es necesario realizar parte de las tareas desde la oficina.

Hay una factor más a considerar, y es que parece que el gobierno no ha tenido en cuenta la complicación que supone para las familias con niños tener que trabajar desde casa.

De un dia para otro, millones de madres y padres han tenido que convertirse en profesores de sus hijos por el cierre de los colegios y además teniendo la obligación moral de intentar mantenerlos ocupados con diversas actividades (ver nuestra Guía sobre Niños y Coronavirus).

En la práctica, esta combinación de teletrabajar, ejercer de profesor y de animador de los niños en casa, puede resultar casi imposible.

La situación dependerá mucho de la edad de los niños, de su personalidad y cómo les está afectando la crisis, pero también de la situación personal de las familias (si son solteros, o uno de ellos está fuera, si ambos trabajan fuera, etc).

El gobierno ha prometido paquetes de medidas como por ejemplo las destinadas a facilitar la reducción de la jornada laboral a los padres y madres trabajadores que tengan que cuidar a menores como consecuencia del cierre de colegios, pero todavía no está claro en qué consisten estas ayudas.

Es recomendable que el empresario hable abiertamente con sus trabajadores para aclarar qué espera de los empleados que eligen o necesitan trabajar desde casa. Si la empresa tiene margen de maniobra, lo más lógico sería bajar el nivel de exigencia a los empleados que tienen que hacerse cargo de sus hijos durante la cuarentena.

Desafortunadamente no todas las empresas pueden permitirse que algunos empleados trabajan a medio gas ya que esta situación de crisis está golpeando duramente a muchas PYMES que se encuentran peleando por supervivencia.

La mayoría de los expertos prevén unos tiempos muy complicados para muchas empresas y no solamente a muy corto plazo (por ejemplo por la obligación de cerrar los negocios) sino también a medio y quizás largo plazo.

En esta sección miramos las opciones disponibles para las empresas que se han visto afectadas directamente por el cierre y/o por las consecuencias económicas directamente relacionadas con el Covid 19.

Antes la situación actual el gobierno ha facilitado algunas medidas extraordinarias para intentar evitar despidos masivos de trabajadores, pero también existen medidas generales que las empresas pueden tomar ante problemas económicos a más medio plazo relacionadas con la crisis.

Empresas que tienen que abrir sus negocios durante el estado de alarma.

Las empresas que no están obligadas a cerrar están en una situación aún más incierta que las empresas que sí lo están ya que en principio, deberían seguir adelante con su actividad pero están prácticamente paradas, sin ventas y sin actividad comercial.
La primera necesidad para muchas empresas en esta situación es bajar gastos de personal y par reducir ese tipo de gasto hay varias opciones disponibles.

Vacaciones de los empleados

Si la empresa ha visto que ha bajado mucho la actividad pero que esta situación no está afectando gravemente a la situación económica de la empresa, se puede intentar negociar con los empleados para que cogan vacaciones. Si no hay trabajo o si los empleados no pueden trabajar porque tienen que cuidar a su hijos, esta es una opción a considerar.

Seguramente habrá muchos empleados que no estarán receptivos ante la idea de usar sus vacaciones en casa, sin poder salir y trabajando como profesores de sus hijos, pero las demás opciones disponibles pueden ser peor tanto para el empleado como para el empresario.

Reducción de jornada y otras medidas pactadas.

Otra opción posible es negociar una reducción de jornada. Quizás si el empleado no puede trabajar a jornada completa por obligaciones familiares, se puede negociar que durante un tiempo, se reduzca la jornada. La empresa también puede negociar con los empleados cambios de condiciones laborales como el sueldo, una suspensión del trabajo durante un tiempo, o no seguir el convenio. En la práctica es algo que raramente se hace en pequeñas empresas pero si los empleados están dispuestos a ayudar, aunque ellos a corto plazo se vean perjudicados, siempre es una opción a tener en cuenta.

ERTE

La siguiente opción es el ERTE que es un Expediente de Regulación Temporal de Empleo:

El ERTE tradicional se realiza por razones económicas, técnicas, organizativas o de producción. Se produce cuando la empresa tiene que suspender temporalmente la totalidad o parte de su actividad y como consecuencia, necesita suspender los contratos de los empleados o la reducción temporal de la jornada de trabajo.

El ERTE tradicional requiere que la empresa negocie con los representantes de los empleados. Los sindicatos tienen derecho a intervenir en esta negociación. Como la mayoría de las pequeñas empresas no tienen representantes oficiales de los empleados, hay que establecerlos y todo el proceso incluyendo la aprobación del ERTE por parte de las autoridades competentes, puede tardar de 10 a 15 días.

La ventaja del ERTE es que una vez aprobado, la empresa ya no tiene que abonar retribución a los empleados en el periodo de suspensión (o en caso de reducción de jornada, solo lo proporcional) y los empleados pueden cobrar la prestación de desempleo.

ERTE por Fuerza Mayor

Si existe una fuerza mayor de carácter temporal que obliga a la empresa a suspender los contratos (o la reducción de jornadas), esto se pueden hacer de una forma más fácil que el ERTE normal ya que en estos casos, no hace falta incluir a los representantes de los empleados y los autoridades están obligadas a tratar la solicitud de ERTE por Fuerza Mayor en 5 días laborables.

Aparte de la solicitud de suspensión de contratos y/o a la reducción de jornadas, el empresario tiene que hacer un informe con las pruebas que muestran que existe fuerza mayor.
Una vez que las autoridades laborales confirman que existe fuerza mayor para la suspensión o reducción de jornadas, los empleados pueden cobrar la prestación de desempleo y el empresario no paga las cuotas de seguridad social.

Covid-19 – Coronavirus y la causa de Fuerza Mayor

Para intentar paliar los efectos económicos negativos que está causando la emergencia sanitaria del Coronavirus, el Gobierno ha aprobado en el Real Decreto 463/2020 ciertas medidas que permiten considerar la presentación de un ERTE de Fuerza Mayor por situaciones derivadas de la Pandemia del Covid-19.

¿Qué empresas pueden acogerse a presentar un ERTE por fuerza mayor por Coronavirus?

Todas aquellas que hayan tenido obligatoriamente que cerrar pueden acogerse en la gran mayoría de los casos al ERTE por fuerza mayor.

Las empresas que vean en la necesidad de presentar un ERTE, porque han visto reducida en gran medida su actividad económica, aunque no hayan sido obligadas a cerrar, deberán justificar las razones por las que presentan un ERTE por fuerza mayor para que el órgano competente las valore y considere su aprobación.

Las empresas que quieran acogerse al ERTE de fuerza mayor, deben presentar un informe para justificar la disminución de su actividad por causa del Coronavirus.

La autoridad competente estudiará los informes presentados y dictará resolución en el plazo de 5 días desde la presentación de la solicitud. Si la solicitud no es denegada, se podrá efectuar la suspensión de los contratos y/o la reducción de jornada de los empleados.

Diferencia entre ERTE por Causa Mayor o ERTE por causas objetivas

• En el ERTE por fuerza mayor el empresario se ahorra el 100% de las Cuotas de la Seguridad Social (el 75% si es una empresa de más de 50 empleados).
• En el ERTE por causas objetivas si que hay que hacer el pago de las cuotas pero al igual que por fuerza mayor, la empresa no tiene que pagar el salario de los trabajadores, sino que es el SEPE (Servicio de Empleo Público Estatal) el que se hace cargo.
• El ERTE por fuerza mayor es mucho más fácil de tramitar ya que no necesita negociar con los empleados, se tramita solo en 5 días y si la Administración no responde se considera aprobado por silencio administrativo positivo.
• El ERTE por causas económicas, técnicas, organizativas y de producción es más lento, ya que antes de comenzar a tramitarlo, estás obligado a montar una mesa de negociación con los empleados que puede durar hasta 7 días. Durante estos días se nombra a 3 representantes de los trabajadores y se abre el periodo de consulta para ver si se llega a un acuerdo entre dirección y empleados sobre si existe causa objetiva para solicitar el ERTE.

Una vez que el gobierno cancele el estado de alarma (por el momento hasta el 26 de abril pero aún no sabemos si durará más tiempo) el escenario vuelve a cambiar otra vez para muchas empresas.

Para las empresas que estaban obligadas al cierre de su actividad y que están en ERTE por fuerza mayor, se entiende que la fuerza mayor ya no existe y tienen que abrir sus negocios de nuevo. Por tanto, sus empleados vuelven a sus puestos de trabajo como antes del estado de alarma.

Después de más de 30 días en casa, es lógico pensar que muchos de los establecimientos que han sido obligados a cerrar – especialmente los de ocio y restauración, empezarán a recibir cierta afluencia de público (a menos que la población siga con miedo) y seguramente serán los negocios menos afectados económicamente a medio-largo plazo por la coronavirus.

Puede haber otros negocios que también se hayan visto obligados a cerrar, que quizás no se recuperen tan rápidamente debido a la recesión económica que se prevé después de esta pandemia mundial.

También hay sectores enteros que dependiendo de la duración de la crisis prevén cierres masivos. Por ejemplo el sector turístico que si pierde la temporada de verano completa, sufriría unas consecuencias nefastas.

Para las empresas afectadas a medio plazo (hasta 12 meses), hemos escuchado algunas promesas de ayuda tanto del gobierno como de la Unión Europea pero todavía no se ha concretado nada.

Las herramientas por el momento que tendrían las empresas en esta situación, serían parecidas a lo que hemos explicado arriba durante la pandemia, aunque no se podría alegar fuerza mayor (al menos no está aprobado por el momento).

Las empresas que estiman que pueden recuperarse en un tiempo razonable (antes de 3-6 meses) pueden hacer un ERTE por razones económicas, pero desafortunadamente seguro que vemos muchas empresas pequeñas que tienen que hacer despidos o cerrar completamente su actividad.

Como mencionamos arriba, hasta el momento solo hemos escuchado promesas para las empresas afectadas a medio-largo plazo, pero ninguna medida concreta. Actualizaremos esta sección a medida que haya nuevas noticias o información interesante.