Es un dato muy difícil de determinar ya que depende mucho del tipo de superficie y de las condiciones atmosféricas a las que esté sometido el objeto o superficie infectada.
El virus puede estar activo desde varias horas hasta varios días, aunque irá debilitándose con el paso del tiempo. Otros factores como las altas temperaturas o las radiaciones ultravioleta también ayudan a que el virus se debilite más rápido.