No hay un método 100% eficaz. Cualquier mascarilla, incluso las caseras, aportan protección si se hace un uso correcto de ellas.
Las mascarillas que más protección ofrecen son las PFF2 (N95) y las PFF3, pero ahora mismo son las que se necesitan en los hospitales. Por lo tanto, es recomendable para las personas sanas, recurrir a otro tipo de mascarillas como las caseras, como método de prevención.