Los síntomas más habituales son cansancio, tos seca y fiebre. Muchos enfermos tienen también dificultad para respirar.
Otros síntomas pueden ser: dolor de cabeza, dolor de articulaciones, malestar general, dolor de garganta, diarrea, congestión nasal.
También se ha dado casos de gente que pierde sentidos como el olfato y el gusto.
Este virus muestra unos síntomas de muy diversa gravedad dependiendo del paciente.
Hay personas que lo pasan como un leve resfriado, otros como una gripe y en los casos más graves suele derivar en neumonías que necesitan ingreso hospitalario urgente.
Por otro lado, hay personas asintomáticas que pasan el virus sin darse cuenta.